La distensión e hinchazón abdominal son dos de los síntomas gastrointestinales más comunes. La distensión abdominal se caracteriza por síntomas de gas atrapado, presión abdominal y plenitud. La distensión abdominal se define como un aumento medible del perímetro abdominal. Estos síntomas suelen coexistir, aunque pueden aparecer por separado. Definidos según los criterios de Roma IV, la distensión y la hinchazón abdominal funcional suelen coincidir con otros trastornos gastrointestinales funcionales, como la dispepsia funcional, el síndrome del intestino irritable y el estreñimiento funcional. La hinchazón y la distensión abdominales pueden desarrollarse por múltiples razones, como las intolerancias alimentarias, una infección previa que perturbe la microbiota intestinal, un trastorno de la sensibilidad visceral, un retraso del tránsito intestinal o un reflujo viscero-somático anormal. El tratamiento puede suponer un reto para los pacientes y los proveedores, ya que ningún régimen ha tenido éxito de forma sistemática. El éxito del tratamiento pasa por identificar la etiología, evaluar la gravedad, educar y tranquilizar a los pacientes y establecer expectativas. Las opciones terapéuticas incluyen cambios en la dieta, probióticos, antibióticos, agentes procinéticos, antiespasmódicos, neuromoduladores y biorretroalimentación. Revisamos la epidemiología y los efectos de la distensión abdominal crónica y la fisiopatología, discutimos las estrategias de diagnóstico apropiadas y evaluamos las opciones de tratamiento disponibles.