El consejo es sencillo: No conduzca bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Descubra cómo afectan la bebida y las drogas a su capacidad de conducción y qué puede hacer para garantizar su seguridad en la carretera.
¿Cuáles son los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas?
Ya sea que se le sorprenda conduciendo bajo los efectos de las drogas o del alcohol, los resultados serán los mismos. Dependiendo de la legislación local y de los niveles de alcohol o drogas encontrados, podrías enfrentarte a:
- Un accidente que provoque lesiones o incluso la muerte
- Vivir con la culpa de haber causado lesiones o la muerte a otras personas
- La pérdida de su trabajo
- Una pena de prisión
- Unos antecedentes penales
- Una gran multa
- La pérdida de su permiso de conducir, lo que supone un cambio total en el estilo de vida porque se pierde la independencia
- Un aumento de las primas del seguro o la dificultad para obtenerlo
- La necesidad de realizar con éxito otro examen de conducir para adquirir el permiso.
Manténgase libre de drogas y alcohol
Para minimizar los riesgos, el consejo directo es abstenerse de conducir después de haber bebido alcohol o tomado drogas.
Si tiene que beber, asegúrese de conocer las directrices vigentes y mantenerse estrictamente dentro de los límites. Planifique su viaje: si tiene intención de beber, organice un viaje alternativo para la vuelta con un compañero, un amigo o utilice un taxi. Si bebes espontáneamente, mantente dentro de los límites o pide que te lleven a casa. Sea vigilante también con los demás; si pone en duda la capacidad de un amigo o colega para conducir, podría salvar vidas.
Como el alcohol sólo tiene fines recreativos, es relativamente sencillo abstenerse o controlar su consumo.
La conducción bajo los efectos de las drogas es más compleja, ya que la legislación, las pruebas de detección de drogas y la formación de la policía están menos consolidadas.
Conducción bajo los efectos de las drogas
Independientemente de que las drogas sean recetadas, compradas sin receta o ilegales, los efectos físicos pueden dar lugar a:
- Comportamiento errático o agresivo
- Incapacidad de concentración
- Fatiga
- Náuseas
- Alucinaciones
- Ataques de pánico
- Paranoia
- Temblores
- Mareos
Un conductor con riesgo de padecer alguna de estas afecciones y a cargo de un vehículo corre un alto riesgo de provocar un accidente.
Medicamentos recetados
Si está tomando medicamentos recetados, lea atentamente el envase para saber cuáles son los posibles efectos secundarios. Pregunte a su médico si es seguro conducir y controle su reacción a los medicamentos. En caso de duda, busque más asesoramiento médico y evite conducir si hay alguna posibilidad de que su capacidad de conducción se vea afectada.
Cada medicamento tiene diferentes efectos secundarios, pero tenga en cuenta que los ansiolíticos generalmente ralentizarán su tiempo de reacción y disminuirán su estado de alerta, mientras que los estimulantes fomentarán la asunción de riesgos y dificultarán su capacidad para calcular las distancias con seguridad.
Drogas recreativas
Las drogas ilegales como el cannabis, la cocaína y las anfetaminas se utilizan con fines «recreativos» y su consumo va en aumento. Estudios realizados por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas descubrieron que entre el 4 y el 14% de los conductores que resultaron heridos o murieron en un accidente de tráfico dieron positivo por THC, el ingrediente activo del cannabis.1
Además, la policía se enfrenta a un reto adicional. Mediante el robo de talonarios de recetas, el cambio fraudulento de las mismas o la «doble consulta» (acudir a más de un médico por el mismo motivo), se está produciendo un aumento significativo del consumo de medicamentos con receta por motivos no médicos. Un estudio realizado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras en 2007 examinó a 5.900 conductores nocturnos de todo Estados Unidos y descubrió que el 16,3% dio positivo en drogas legales o ilegales.
La conducción bajo los efectos de las drogas puede ser más difícil de legislar, pero los agentes de policía están recibiendo formación para detectar la conducción bajo los efectos de las drogas y cada vez hay más procesos judiciales.
Alcohol
El mayor reto al que se enfrenta cualquier conductor es ser consciente de sus límites personales. Incluso si te mantienes por debajo de los niveles recomendados, existe una gran posibilidad de que des positivo. Cada persona procesa el alcohol de forma diferente, por lo que lo que funciona para algunos, no necesariamente se aplicará a otros. Dependerá de la edad, el peso, el sexo y el metabolismo, así que el mejor consejo sigue siendo no beber y conducir en absoluto.
Recuerde que el alcohol permanecerá en su organismo, así que asegúrese de que es seguro conducir al día siguiente. Incluso es posible comprar kits para comprobar si es seguro volver a ponerse al volante. En algunos países, por ejemplo en Francia, es obligatorio llevar un alcoholímetro personal en el vehículo.
La mejor protección es la prevención: No te drogues, no bebas, mantente seguro.