Ya hemos hablado de modelos superdelgadas, pero Ioana Spangenberg lleva la conversación a otro nivel. Mira su historia y opina después del salto.
La cintura de Ioana Spangenberg, de 20 pulgadas, es sólo cinco pulgadas más grande que un disco compacto. La modelo rumana, de 30 años, come tres veces al día (incluidos los caprichos como la pizza y los kebabs) y no puede engordar. «Simplemente tengo un estómago pequeño», dijo al periódico. «Es un poco como tener una banda gástrica natural: si como demasiado, me siento mal». Llevaba toda la vida acomplejada por su cuerpo, pero cuando conoció a su ahora marido, «Jan fue la primera persona que me vio guapa y me animó a celebrar mi cuerpo. Me pidió que posara en algunas fotos para él». Colocó las fotos en Internet, y la respuesta fue lo suficientemente buena como para impulsarla a ser modelo profesional. Y si piensas: «no puede ser, está retocada con Photoshop», echa un vistazo a este vídeo que pone fin a esos rumores:
Los seres humanos tienen todas las formas y tamaños y, por supuesto, todos deben ser tratados con dignidad y respeto y como las hermosas criaturas que son… pero ¿qué opinas de Ioana como modelo? ¿Es una extraña elección de trabajo para alguien con un tipo de cuerpo tan singular? ¿Glorificar su delgadez convirtiéndola en modelo es peligroso para nuestra imagen corporal colectiva? ¿Sería diferente si tuviera otro tipo de contextura inusual que no fuera la extrema delgadez, tan celebrada, por desgracia, en el mundo de la moda? ¿Crees que esto anima a las mujeres a querer cinturas más pequeñas y cuerpos más delgados, o imaginas que simplemente no hay muchas personas que realmente quieran tener este aspecto? ¿Qué opinas de Ioana Spangberger? Discuta!
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