Marisol Escobar (22 de mayo de 1930 – 30 de abril de 2016), también conocida simplemente como Marisol, fue una escultora francesa de origen venezolano que trabajó en la ciudad de Nueva York.
Maria Sol Escobar nació el 22 de mayo de 1930, de padres venezolanos, en París, Francia. Le precedió un hermano mayor, Gustavo. Su padre, Gustavo Hernández Escobar, y su madre, Josefina, pertenecían a familias adineradas y vivían de los activos de las inversiones petroleras e inmobiliarias. Esta riqueza les llevaba a viajar con frecuencia desde Europa, Estados Unidos y Venezuela. En algún momento, María Sol empezó a llamarse Marisol, un apodo común en España.
Josefina Escobar se suicidó en 1941, cuando Marisol tenía once años. La tragedia, seguida de que su padre enviara a Marisol a un internado en Long Island, Nueva York, durante un año, la afectó profundamente. Marisol decidió no volver a hablar tras el fallecimiento de su madre, aunque hacía excepciones para responder a las preguntas de la escuela o a otros requisitos; no habló regularmente en voz alta hasta los veinte años.
Aunque Marisol estaba profundamente traumatizada, esto no afectó a su talento artístico. Empezó a dibujar muy pronto, y sus padres fomentaron su talento llevándola a museos. Su talento en el dibujo le hizo ganar con frecuencia premios artísticos en las distintas escuelas a las que asistió antes de establecerse en Los Ángeles en 1946. Además, Marisol demostró su talento en el bordado, pasando al menos tres años bordando la esquina de un mantel (incluso yendo a la escuela los domingos para poder trabajar).
Marisol era muy religiosa. Durante su adolescencia, sobrellevó el trauma de la muerte de su madre caminando sobre sus rodillas hasta que sangraron, guardando silencio durante largos períodos y atando cuerdas fuertemente alrededor de su cintura.
Después de la muerte de Josefina y la salida de Marisol del internado de Long Island, la familia viajó entre Nueva York y Caracas, Venezuela. En 1946, cuando Marisol tenía 16 años, la familia se trasladó definitivamente a Los Ángeles; fue inscrita en el Marymount School for Girls. No le gustaba esta institución y se trasladó a la Westlake School for Girls en 1948.
Marisol Escobar comenzó su educación artística formal en 1946 con clases nocturnas en el Otis Art Institute y el Jepson Art Institute de Los Ángeles, donde estudió con Howard Warshaw y Rico Lebrun.
Marisol estudió arte en la École des Beaux-Arts de París en 1949. A continuación, regresó para iniciar sus estudios en la Art Students League de Nueva York, en la New School for Social Research, y fue alumna del artista Hans Hofmann.
La cultura del arte pop de los años sesenta acogió a Marisol como uno de sus miembros, aumentando su reconocimiento y popularidad. Centró su trabajo en los retratos tridimensionales, utilizando la inspiración «encontrada en las fotografías o recogida en los recuerdos personales».
Durante la posguerra, se produjo un retorno de los valores tradicionales que reinstauraron los roles sociales, conformando la raza y el género dentro de la esfera pública. Las obras escultóricas de Marisol jugaban con los roles sociales prescritos y las restricciones a las que se enfrentaban las mujeres durante este periodo a través de su representación de las complejidades de la feminidad como una verdad percibida. La práctica de Marisol demostró una combinación dinámica de arte popular, dada y surrealismo, ilustrando en última instancia una aguda visión psicológica de la vida contemporánea. Al mostrar los aspectos esenciales de la feminidad dentro de un conjunto de construcciones improvisadas, Marisol pudo comentar la construcción social de la «mujer» como una entidad inestable. Utilizando un ensamblaje de moldes de escayola, bloques de madera, tallas de madera, dibujos, fotografía, pintura y piezas de ropa contemporánea, Marisol reconoció eficazmente sus discontinuidades físicas. A través de una cruda combinación de materiales, Marisol simbolizaba la negación de la artista de cualquier existencia consistente de la feminidad «esencial». La «feminidad» se define como una identidad fabricada a través de partes representativas. Una identidad que suele estar determinada por el espectador masculino, ya sea como madre, seductora o pareja. Utilizando una técnica feminista, Marisol desbarató los valores patriarcales de la sociedad mediante formas de mimetismo. Imitaba y exageraba los comportamientos del público popular. A través de una parodia de las mujeres, de la moda y de la televisión, intentó encender el cambio social.
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