El tendón de Aquiles es el mayor tendón del cuerpo. Los tendones están formados por largos y resistentes cordones de tejido que conectan el músculo con el hueso. El tendón de Aquiles se encuentra en la parte posterior del pie y conecta el hueso del talón con el músculo de la pantorrilla. Ayuda a caminar, correr y saltar. Aunque el tendón de Aquiles puede soportar grandes esfuerzos, en ocasiones puede lesionarse.
El uso excesivo del tendón de Aquiles puede hacer que éste se hinche, se irrite, se inflame y provoque dolor.
¿Qué causa la tendinitis de Aquiles?
El exceso de esfuerzo en los pies provoca la tendinitis de Aquiles. Es una lesión atlética común entre los corredores y otros atletas que están mucho tiempo de pie. Las cosas que pueden causar la tendinitis incluyen:
- Empujar su cuerpo demasiado rápido y demasiado pronto
- Deportes que le hacen arrancar y parar rápidamente
- Zapatos de mal ajuste, mal calzado
- Correr o hacer ejercicio en terrenos irregulares
- Correr cuesta arriba
- Músculos de la pantorrilla tensos
- Espolón óseo (crecimiento extra del hueso en el talón que roza el tendón y causa dolor)
- Arcos planos, pies que se enrollan hacia dentro (sobrepronación) y músculos débiles de la pantorrilla
- No calentar antes de hacer ejercicio
¿Cuáles son los síntomas de la tendinitis de Aquiles?
Un paciente con tendinitis de Aquiles puede experimentar los siguientes síntomas:
- Dolor en la pierna
- Dolor leve por encima del talón en la parte inferior de la pierna después de la actividad
- Sensación de rigidez en la pierna que suele aparecer por la mañana y disminuye a lo largo del día
- Dolor intenso el día después de hacer ejercicio
- Dolor al subir escaleras o al subir cuestas
- Hinchazón en la zona del tendón de Aquiles
- Ruido de chasquido o crujido al presionar el tendón de Aquiles
¿Cómo se puede prevenir?
Afortunadamente, hay varias cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de padecer tendinitis de Aquiles:
- Calentar cada vez antes de hacer ejercicio o practicar un deporte
- Rotar sus ejercicios
- Aumentar lentamente la duración e intensidad de sus entrenamientos
- Mantener sus músculos activos durante todo el año
Si tiene tendinitis de Aquiles, el equipo de HROSM puede ayudarle con fisioterapia y otras opciones de tratamiento no quirúrgico. El dolor que dura más de seis meses puede requerir cirugía. Si desea obtener más información sobre el tratamiento de la tendinitis de Aquiles, programe una cita en línea hoy mismo.