No hay nada que me guste más que tener apuntes estéticos… o eso pensaba.
Desde que soy estudiante, siempre he escrito mis apuntes a mano; esto no cambió cuando entré en mi primer año en la U de T. Todos los días, llegaba a casa y resumía los apuntes de las clases en mi cuaderno. Hacía que mis apuntes fueran lo más bonitos posible; dibujaba diagramas, subrayaba los puntos clave y utilizaba todos los colores posibles.
Después de un tiempo, descubrí que estaba dedicando demasiado tiempo a hacer mis apuntes (¡cuando en realidad debería estar estudiando el contenido!). Sabía que tenía que ajustar mi método para tomar apuntes, así que cambié a escribir mis apuntes a máquina. Aquí están mis pensamientos sobre los apuntes escritos a mano frente a los escritos a máquina.
Escribir los apuntes es más fácil y ahorra mucho tiempo
Esto, por supuesto, fue mi principal incentivo para cambiar de los apuntes escritos a mano a los apuntes escritos a máquina, así que no me sorprendió descubrir que, de hecho, pasaba menos tiempo tomando mis apuntes. No tenía que dedicar tiempo a intentar que cada letra fuera perfecta ni a esperar a que el corrector se secara (nunca lo hace). No tuve que dedicar tiempo a tratar de idear una forma creativa de hacer que mi error de escritura pareciera intencionado (de nuevo, nunca lo es).
También descubrí que teclear las notas era mucho más fácil que escribir, especialmente cuando se trataba de diagramas. Era mucho más cómodo guardar una imagen online del libro de texto e incluirla en mis apuntes, comparado con pasar media hora intentando dibujar algo que *algo* se parezca a una célula vegetal.
Los apuntes escritos a mano son más eficaces
La facilidad de poder copiar y pegar los apuntes de la clase/libro de texto en mis propios apuntes hizo que hiciera precisamente eso; descubrí que mis apuntes de estudio eran esencialmente una réplica del libro de texto, lo que no era útil para estudiar.
Como los apuntes escritos a mano llevan más tiempo, tiendo a resumir las lecturas de forma más eficaz para evitar escribir demasiado. Durante este proceso de resumir el libro de texto en mis propias palabras, era más probable que recordara esa información durante el examen.
El mejor método… ¡una combinación de ambos!
Después de probar tanto los apuntes mecanografiados como los escritos a mano, he descubierto que me gusta utilizar ambos métodos para tomar apuntes. Actualmente, escribo a máquina mis apuntes de las clases y de los libros de texto, y luego escribo a mano las fichas. Esta práctica me ha funcionado muy bien, ya que puedo ahorrar tiempo escribiendo mis apuntes a máquina y, al mismo tiempo, recordar eficazmente la información clave gracias a las fichas escritas a mano.
No importa la forma en que decidas tomar apuntes, ¡espero que encuentres la que mejor te funcione!