Los trabajadores por turnos y los empleadores siempre están buscando el horario perfecto. Normalmente el debate gira en torno a los turnos de 8 y 12 horas y a cuál es mejor. Sin embargo, ahora hay más interés por los turnos «superlargos» de 16 y 24 horas.
Los residentes de los hospitales han estado sometidos al horario de turnos de guardia de más de 30 horas durante años. Cuando las investigaciones establecieron que esta duración de los turnos (así como el total de horas trabajadas) ponía a los residentes y a los pacientes en riesgo de cometer errores médicos y accidentes automovilísticos, se hicieron esfuerzos para reducir las horas de trabajo de los residentes. Mientras este esfuerzo está en marcha, otras profesiones y lugares de trabajo están considerando aumentar sus horas de trabajo de 8 o 12 a 16 y 24 horas por turno.
Los bomberos de muchas ciudades de Estados Unidos y algunos de Canadá tienen turnos de 24 horas desde hace muchos años. El fundamento es que en este lugar de trabajo, en el que es posible dormir entre las llamadas de bomberos, que el riesgo de fatiga se reduce y esto hace que las 24 horas en el trabajo sean posibles.
La verdadera ventaja para los trabajadores por turnos en horarios de 24 horas es que tienen una gran cantidad de tiempo fuera del trabajo y más tiempo para dedicar a su familia e intereses personales. No es raro que estos trabajadores por turnos tengan otros empleos, negocios o actividades educativas.
Por otro lado, como los trabajadores pasan tanto tiempo fuera del trabajo, es más difícil mantener sus habilidades al día. Es posible que tengan que reorientarse a los procesos de trabajo cuando vuelvan y que se hayan perdido actualizaciones críticas mientras estaban fuera. A los empresarios también les resulta más difícil garantizar que la formación y la comunicación estén al día. Los empleados que recorren largas distancias para ir al trabajo pueden descubrir que están despiertos mucho más allá de las 24 horas y serán muy vulnerables a los choques mientras conducen.
El verdadero peligro es que los «tiempos muertos» esperados o las oportunidades para dormir, no se produzcan. En esos momentos en los que se requiere un esfuerzo y una atención constantes, el potencial de somnolencia y riesgo relacionado con la fatiga es muy alto. De hecho, las investigaciones muestran que más allá de las 16 horas trabajadas, el riesgo aumenta exponencialmente.
¿Funcionarían los turnos de 24 horas en su lugar de trabajo? ¿Es el flujo y reflujo de trabajo una característica constante de su lugar de trabajo? En los periodos de reflujo, ¿puede un empleado dormir o se le exige que esté despierto en su puesto de trabajo, aunque con un esfuerzo menos intenso o con tareas mínimas? ¿Los empleados se desplazan a cierta distancia para trabajar?