La voz de Roy Dotrice vuelve a golpear nuestros oídos en este segundo episodio de la serie de George R.R. Martin. El derramamiento de sangre anterior y los misterios que se esconden detrás de los mitos se abren ante nosotros en este segundo capítulo mientras avanzamos hacia la guerra de los siglos.
El cometa, al principio, funciona como el símbolo de la guerra ya que posee el color de la sangre y la llama que hace evidente para cada estado y sus héroes que la guerra está cerca. El trono de hierro de los siete reinos espera al verdadero rey, aquel que posee la capacidad de conquistarlo todo.
Esta vez la historia se vuelve mortífera ya que se utilizan métodos engañosos para hacerse con el control del trono. La princesa y su caballero desarrollan un veneno para la hechicera y los hombres venidos de las montañas de la luna, el veneno no solo funciona como herramienta para matar sino que también muestra la malvada trama y el odio de ambos hacia la hechicera y sus hombres.
Así los malvados asaltantes sacan a relucir el demonio que siempre estuvo en el corazón de la humanidad. La princesa junto con sus hombres va más allá del límite para lograr algo que se consideraba imposible. La descripción como siempre es acertada y la fantasía épica toca los límites que ningún otro libro ha tocado, sin duda tiene un buen trato para los amantes de la acción como para los amantes de las historias de fantasía.
Las tramas ocultas se abren en el momento justo que se puede observar en todas las partes como Juego de Tronos y Una Tormenta de Espadas, este aspecto lo hacen más interesante que el resto de obras de este tipo. La continuación en la historia y el desarrollo de los personajes y sus roles siempre se le da una importancia primordial lo cual es impresionante.