Los investigadores creen haber identificado un patrón de actividad cerebral que predice la ira experimentada durante el sueño.
Si están en lo cierto, esto podría ayudar a explicar la base neural del contenido emocional de las pesadillas, que se asocian a trastornos mentales y del sueño como la ansiedad, la depresión y el insomnio.
Aunque los seres humanos experimentan emociones tanto cuando están despiertos como cuando sueñan, la investigación sobre los mecanismos cerebrales que subyacen al componente afectivo de los sueños ha sido limitada.
En el reciente estudio, Pilleriin Sikka y sus colegas de la Universidad de Turku (Finlandia), la Universidad de Skövde (Suecia) y la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han descubierto un mecanismo emocional compartido entre ambos estados de conciencia.
Los investigadores obtuvieron grabaciones de electroencefalografía de 17 individuos sanos durante dos noches distintas en un laboratorio del sueño.
Después de que los participantes alcanzaran el sueño de movimientos oculares rápidos (REM) -el punto en el que los sueños son más vívidos- se les despertó y se les pidió que describieran sus sueños y calificaran las emociones que experimentaban.
Se descubrió que aquellos que mostraban una mayor actividad cerebral de la banda alfa en el córtex frontal derecho, en comparación con el izquierdo, tanto durante la vigilia nocturna como durante el sueño REM, experimentaban más ira en los sueños.
Esta firma neural -llamada asimetría alfa frontal (FAA)- se ha relacionado con la ira y la autorregulación durante la vigilia.
«Demostramos que los individuos con mayor FAA (es decir, mayor potencia alfa del lado derecho) durante el sueño de movimientos oculares rápidos (REM), y durante la vigilia nocturna, experimentan más ira en los sueños», escriben los investigadores en un artículo publicado en la revista JNeurosci.
«La AFA puede reflejar, por tanto, la capacidad de regular las emociones no sólo en el estado de vigilia, sino también en el de sueño».
El estudio tuvo limitaciones -en particular, que se llevó a cabo en condiciones de laboratorio-, pero los investigadores sugieren que sus hallazgos «proporcionan apoyo a las teorías según las cuales el sueño es una simulación realista de la vida de vigilia».
Sin embargo, subrayan que sólo con la fuerza de este estudio no es posible decir si la activación neuronal particular que acompaña a la ira en los sueños apoya una función determinada, como la de experimentar situaciones amenazantes o estados afectivos negativos para afrontarlos mejor en la vida de vigilia.