¿Cómo distinguir un caimán de un cocodrilo? Y no, entusiastas de las bromas de papá, la respuesta no es que veas a uno más tarde y al otro después de un tiempo.
La forma más obvia de discernir a los dos reptiles es mirar fijamente sus siniestros hocicos. Los caimanes tienen caras en forma de U, anchas y cortas, mientras que los cocodrilos tienen hocicos delgados casi en forma de V. Y si te atreves, echa un vistazo a sus mandíbulas. Cuando un caimán cierra la boca, suelen verse sólo los dientes superiores. Los cocodrilos, por el contrario, muestran una sonrisa dentada con sus dientes superiores e inferiores entrelazados.
Muchas de las diferencias entre ambos se centran en sus cabezas y bocas. Ahora, investigadores de Japón han identificado lo que creen que es otra característica que diferencia a los reptiles: Los caimanes tienden a tener los huesos del húmero más cortos en sus extremidades delanteras y los fémures más cortos en sus extremidades traseras que los cocodrilos, informó el equipo la semana pasada.
«Esta información podría ayudar a explicar las diferencias en su ecología y locomoción, incluyendo el extraño hecho de que, mientras que se ha observado que los pequeños cocodrilos saltan y galopan, los caimanes no lo hacen», Julia Molnar, bióloga evolutiva de la Facultad de Medicina Osteopática del Instituto Tecnológico de Nueva York, que no participó en el estudio. Dijo que las diferencias en las extremidades pueden afectar a cosas como la velocidad y el apalancamiento de los animales.